Ángeles y Camotes.
Tremendo susto fue el que se llevó una familia que acudió a un bar en la ciudad de puebla cuando un borracho aparentemente adinerado les apuntó con una pistola asegurando que les dispararía para matarlos.
Ocurrió la noche del sábado 18 de enero en un bar ubicado al interior de plaza “La Calera” denominado “La Clamatika” cuando un ebrio mala copa insistía con sacar a bailar a una mujer quien iba acompañada de su esposo y su hijo.
El ebrio insistió en un par de ocasiones pero fue hasta que llegó a la mesa en la que se encontraba la dama cuando los ánimos se calentaron pues el hijo de la mujer exigió al mala copa que dejara a su madre en paz, en ese momento el alcoholizado tipo se molestó y empujó al joven por lo que el padre salió en su defensa y se armó la rebambaramba.
Al ver que el sujeto ebrio iba a ser sometido por los encargados de seguridad, los acompañantes del mala copa entraron a la gresca, pero, uno de ellos sacó un arma de fuego y apuntó al joven y a su padre gritando que dejaran a su amigo o los mataría en ese momento.
Los comensales corrían hacía todas direcciones mientras que los guardias trataban de tranquilizar a los sujetos alcoholizados quienes provocaron e iniciaron la riña que por fortuna terminó solo en eso.
Después de algunos minutos, los agresores salieron del lugar sin poder ser detenidos pues el sujeto que llevaba la pistola la llevaba en la mano por lo que nadie se quiso acercar a ellos.
Se sabe que los agresores abordaron un vehículo Porche en el que escaparon a toda velocidad y pese a que en cuestión de cinco minutos llegó una patrulla de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, los altaneros bravucones no fueron detenidos.
Todo esto ocurre a menos de 24 horas del conflicto que se generó en un bar de la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacán “Bar San Pancho” en el que desafortunadamente un hombre perdió la vida.
La Clamatika de La Calera y de la colonia El Mirador fueron inspeccionadas horas antes de lo ocurrido, sin embargo, después de lo acontecido en Clamatika, sucursal de La Calera, se puede entender que las personas encargadas de la seguridad no realizan una revisión para impedir el accesos de armas a los establecimientos.
