Marisa Nolasco
Yusvely subió a pie la ciclovía de la Vía Atlixcáyotl y frente al CIS de Angelópolis se quitó sus zapatillas de charol negras, puso su bolsa en el piso y sus audífonos blancos, luego se lanzó.
La joven venezolana de 21 años de edad, estaba en llamada con su novio, sufría depresión y pensó que quitarse la vida sería la mejor opción.

Antes de hacerlo, hizo su última publicación en Instagram donde le pide perdón a su madre “por nacer” y le desea que sea feliz “con su nueva familia”.
Su novio le decía que pensara en él, que él la necesitaba y amaba. Eso no bastó, la depresión en la que estaba hundida la hizo creer que no era suficiente ni importante.
“Nunca me sentí realmente querida, nunca tuve muchos amigos, tampoco era cercana con mi propio hermano y siempre pensé que era una carga para mami”, dice su publicación.

La joven venezolana evidenció que su madre rehizo su vida y formó una nueva familia, en la que ella no estaba incluida.
“Aunque a veces te contaba cosas y sentía que no me prestabas mucha atención, como que hubo abuso sexual de parte de mi hermano y ni siquiera me preguntaste cómo me sentí o te sentaste a hablar conmigo, solo me regañaste”.
“Pero como tú dices: ya deja eso, ya pasó. Siempre fuiste a quien más admiré mima, perdón por no haber sido como tú querías”, dice su última publicación.
En la Vía Atlixcáyotl quedó tendido el cuerpo de Yusvely, una joven que ante sus amistades se mostraba sonriente, sin embargo, por dentro estaba destrozada.
