Marisa Nolasco
Al menos 30 niñas del coro de la iglesia violó el cura Javier, cuando despachaba en la parroquia de Pahuatlán en la Sierra Norte de Puebla.
Abril, una de sus víctimas estimó que podrían ser más las chicas a las que el hombre de sotana atacó sexualmente, utilizando su cargo de religioso.

La joven acusó este miércoles cinco de marzo de 2025, que el hombre de sotana ha gozado de la protección de las Arquidiócesis de Puebla y Tulancingo.
Javier también fue cura en Tulancingo, Hidalgo, hace más de dos décadas, de donde salió en medio de acusaciones de agresión sexual contra monaguillas.
La Arquidiócesis de Tulancingo lo premió con la iglesia de Pahuatlán, Puebla, donde hace más de una década dejó de despachar.
La mayoría de sus víctimas en Pahuatlán, Puebla y Tulancingo, Hidalgo, actualmente son adultas y aseguran que a las valientes que alzaron la voz en su momento no les creyeron.

Aseguran que el cura manipuló a la comunidad católica para que amenazaran a las adolescentes que lo denunciaron, para que desistieran.
A las jóvenes les llamaban y mandaban mensajes amenazantes, que las hicieron no continuar con sus procesos.
Ahora se están reuniendo para llevarlo a la cárcel y evitar que siga destruyendo la vida de más niñas.