Marisa Nolasco
El encargado de una rosticería en la colonia Santa Lucía en Puebla, mostró pornografía a un niño de 11 años que acudió a comprarle una docena de cabecitas de pollo para cenar.
La madre del menor aseguró que mandó a su hijo a comprar y al regresar le contó todas las obscenidades que el hombre le dijo y mostró.
“Mi hijo dice que le pidió cabecitas porque le gustaba chupar huesitos y el señor le responde, mejor chupa panocha. ¿Te gusta la verg4 o las panochas?”, así narró la mujer lo que ocurrió.
La policía municipal llegó al lugar y a petición de la mujer y otros vecinos revisó al hombre y luego lo subió a la patrulla.
Frente a los señalamientos de la mujer y las vecinas, el pollero terminó por reconocer que era verdad que le dijo obscenidades al menor y le enseñó porno.

Sin embargo, poco después lo liberaron, argumentando que ya se había perdido el celular en donde estaban las evidencias de la pornografía que le mostró al menor.
Vecinos alertan que no es la primera vez que este hombre, que además atiende bajo los efectos del alcohol, corrompe a los menores y los acosa.
