Marisa Nolasco
En una fría banca de la CAPU en Puebla, falleció María de Jesús, una anciana a la que sus hijos abandonaron y permaneció tres años viviendo de la caridad.
Fue hasta la noche de este jueves 24 de julio de 2025 que los usuarios y vendedores de la central camionera se percataron de que ya estaba muerta.
Se presume que tenía rato de fallecida, pues normalmente se quedaba dormida en las bancas a cualquier hora del día y por el mal olor que tenía, nadie quería acercarse.
María de Jesús fue una víctima de la ingratitud de sus tres hijos, uno de ellos migró a Estados Unidos; una la sacó de su propia vivienda y una más simplemente se desentendió.
Vecinos del fraccionamiento San Andrés en la colonia Casa Blanca, la conocían como doña Mary, le regalaban comida y de noche se rolaban para darle albergue para dormir.
La octogenaria se volvió violenta y agredía a sus vecinos; decía que veía al diablo y los atacaba.
